SIGO HABLANDO CONMIGO MISMA
Cuando la tristeza invade mi corazón, suelo refugiarme en esta veleta varada ya vieja y caduca, que ni el paso del tiempo, ni los malos vientos, lograron hacerla volar.
Ella se quedo varada esperando tal vez, un milagro que nunca llega, soñaba con que un día, ese amor por el que se quedo varada, la quisiera como ella quería ser querida. Mas, la pobre veleta no se dio cuenta, de que nadie cambia, y el tiempo corre inexorablemente, ya estas altura de su vida, todo sigue igual; ¡No es que no la quiera, pero no es lo que a ella le gustaría! Tal vez es por que la veleta es demasiado romántica, y por eso pide cosas que un no, romántico, es incapaz de darle.
Dicen que existen los milagros, y mi veleta espera pacientemente, que una suave brisa de primavera, la haga girar un poquito solamente, y la saque de de vez en cuando al mundo de la imaginación y la fantasía.
¡¡Creo que me lo merezco, después de toda una vida esperándolo!!
REPROCHE
Si al llegar la primavera
tú, me regalaras rosas,
diría que es un milagro
¡no puede ser otra cosa!
Tantos años yo espere
tuvieras ese detalle
tal vez no lo merecí
pues no me las regalaste.
¿Será que soy tan romántica
que necesito sentir
ese detalle o caricia
que nunca viene de ti?
La culpa seguro es mía,
por soñar de noche y día
que tú, me regalas rosas
y nunca me las traías.
Tú nunca, me traerás rosas.
al llegar la primavera
mas yo, daría mi vida
por que tu, me las trajeras.