Hoy, al ver en la Televisión, las tristes noticias del terremoto, ¡el alma se me encogió! y mi corazón latió con fuerza, ante la impotencia de no poder contribuir personal mente, para ayudar y consolar a tantas personas, que luchan por sobre vivir.
¡Que pena! pobre gente...asta el suelo le falta tierra, para enterrar tantos muertos y manos para abrir tumbas.
Cuando vi, las imagenes, me recorrió un escalofrío por todo el cuerpo, y las lágrimas corrieron por mis mejillas sin poder parar, mi marido, (que me conoce bien) intentaba consolarme, pero yo vi, también en sus ojos, ese brillo de una furtiva lágrima. ¡Dicen que no es de hombre llorar! y yo digo...¡es mucho mas hombre, quien tiene ese corazón tan noble que las desgracias ajenas le importan!, yo tengo la suerte de tener un gran hombre por marido.
Hoy, pido a tod@s mis amig@s del otro lado de la pantalla, (aparte de un donativo) una oración, por tantos muertos que, esta vengadora naturaleza a provocado, y unas velas en su honor, yo mando las primeras con el deseo y la esperanza, de que todos...DESCANSEN EN PAZ.
