Esta mañana en las noticias, he visto algo que me a dejado el corazón encojido. Los encinares de las dehesas de Extremadura y de Huelva, agonizando por culpa de un misero bicho, y me pregunto, como en este siglo donde la tecnología esta en todo su, esplendor,¿no son capaces de terminar con esa plaga?, no podía dar crédito a las imagen es que estaba viendo, mis encinas, ese árbol milenario, al que yo, tanto cariño les tengo,las estaban cortando,y en el centro de su tronco...solo había hueco, el que han dejado esos malditos bichos.
No sabéis la tristeza que hoy me embarga, ¡tantas veces que me resguarde del sol abrasador del verano bajo sus ramas!...y tanta hambre que sus bellotas,calmaron en los malos tiempos, pues en el hogar de las gentes humildes (como yo) las bellotas cocidas ¡simplemente! eran un manjar. ¿Que sera ahora de mis maravillosas Grullas? ¿ellas que vienen desde tan lejos para alimentarse del rico fruto de la bellota?, hoy solo se oía, las quejas de los criadores del cerdo Ibérico, comprendo su temor, se que su "negocio" se ira al garete si las encinas mueren. ¡¡Ellos solo se preocupan por su negocio!! (es natural) pero a mi, me preocupa mas la campiña,¿que sera de ella sin su mas preciado tesoro?,el aire de la tarde ¿a quien moverá? ¿donde encontrara el campesino una sombra como la suya?.
El tro bravo, se sentirá huerfano sin su querida encina...¡tantos años de compañera!.
Solo me queda la esperanza, de que, ¡¡algún cerebrito!! encuentre un remedio pronto para salvar a ese árbol unico y maravilloso que es la Encina.
